Nuestro cuerpo responde según como pensamos, sentimos o actúamos. Éste es un tipo de “conexión entre la mente y el cuerpo” que se manifiesta a través de lo que conocemos como EMOCIONES.

Cuando estamos estresados, tristes, ansiosos o molestos (que son algunos ejemplos de emociones), nuestro cuerpo reacciona de una manera que podría indicarnos que algo no está bien. Por ejemplo, tener hipertensión arterial o una úlcera estomacal pueden surgir después de un evento particularmente estresante, tal como la muerte de un ser querido.

Algunos de los síntomas más frecuentes que se producen cuando nuestro estado psicológico no se encuentra bien son los siguientes:

  • dolor de espalda
  • cambio en el apetito
  • dolor de pecho
  • boca seca
  • cansancio extremo
  • malestar o dolores generalizados
  • dolor de cabeza
  • hipertensión arterial
  • insomnio (dificultad para dormir)
  • mareo
  • palpitaciones (sensación de que el corazón late aceleradamente)
  • problema sexuales
  • dificultad para respirar
  • cuello rígido
  • sudores
  • molestias estomacales
  • subir o bajar de peso

Una mala salud emocional puede debilitar el sistema inmunológico de nuestro cuerpo, volviéndolo más propenso a padecer resfriados y otras infecciones durante las épocas emocionalmente difíciles. Además, cuando nos sentimos estresados, ansiosos o molestos, es probable que no podamos cuidar de nuestra salud tan bien como deberíamos.

Es posible que no tengamos ganas de hacer ejercicio ni de comer alimentos nutritivos ni de tomar los medicamentos que nuestro médico nos recete para aliviar esos síntomas. No obstante, se trata de saber dónde está el origen de esos síntomas. El abuso de alcohol, tabaco u otras drogas también pueden ser una señal de una salud emocional mala.

Paz para tu mente, salud para tu cuerpo

Relación entre mente y cuerpo
Clínicas Fisidea

Enfermedades psicosomáticas

Todo esto se traduce en la importante relación que hay entre CUERPO Y MENTE. Ya se cuenta con investigaciones que demuestran que los factores psicológicos cobran una gran importancia tanto en la aparición como en el mantenimiento de algunas enfermedades, llamadas PSICOSOMÁTICAS.

Psicosomático se define como “factores psicológicos con influencia sobre las enfermedades”. Las enfermedades psicosomáticas son producidas por somatizaciones del individuo. Cuando la relación existente entre mente y cuerpo se ve alterada por emociones no placenteras, sentimientos negativos o situaciones de alto impacto emocional, estas emociones producen estrés que se puede expresar en forma de síntomas o enfermedades físicas.

Algunos ejemplos de enfermedades psicosomáticas:

Sistema inmunológico Competencia inmunológica, cáncer, enfermedades infecciosas, problemas de alergias, de piel…
Dolor crónico Dolor crónico, cefalea, migraña, artritis reumatoide, dolor sacroiliaco…
De la piel Neurodermatitis, acné, psoriasis, alopecia, prurito, eczema, urticaria…
Otros Obesidad

Consúltanos cuando sientas que no puedes controlar tus emociones.